No creo en la venganza -como tal-, pero si consideramos que tenemos en nuestras manos herramientas para -descobrarnos- los momentos en los cuales consideramos nos han herido... entonces si, podemos pensar que algo llamado -venganza- existe.
Ayer lo hice, me -olvidé- de un evento relativamente importante a proposito; tratando de dar la menor importancia de la misma forma en la que sentí que durante un año de preparación para lo que debió ser un día especial para mi no lo fue.
Quizá sea solo acción de niños decir que somos capaces de vengarnos solo por sentir una mórbida satisfacción de falsa victoria ante lo que ineludiblemente es solo un acto de cobardía... ¿Honestamente? no me interesa.
A veces pienso que es fácil superar los problemas, las molestias e incluso los desprecios. A veces simplemente me dejo llevar por el sentimiento -popular- de lo que denominamos -humanidad-; a veces simplemente actúo de la forma cruel, amarga y desinteresada con la que nací.
Es incluso peor, a sabiendas de lo que hice, que me siento triunfal; siento que me quité un peso de encima... a fin de cuentas, haga lo que haga, sigo estando sola escribiendo esto en _privado_ porque a sigue sin representar relativa importancia para el campo gravitatorio sobre el cual gira este patético mundo.
Ayer me comporté como una niña... lo viví, lo necesitaba... lo hice...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario