19 sept 2010

Es ineludible decir adiós

Es normal que las personas excesivamente emocionales construyamos una muralla ante lo que consideramos "peligro sentimental" o "debilidad social". Obviamente somos efímeros ante el mundo... pero duele reconocerlo finalmente.

En mi caso particular, pese a que las personas que -consideran que me conocen- me ven como una persona dada al 100% realmente solo soy un manojo de emociones que se esconde del mundo y de si mismo. Somos lo que somos en torno a nuestra percepción del mundo.

Quizá esta etapa analítica de mi vida termine pronto... o nunca, pero a ciencia cierta me he dado cuenta que tener momentos para pensar sobre ti y no sobre -tu influencia en el mundo- cambia las cosas de una forma completamente brutal; no somos más que la octava parte de un miserable pixel en una pantalla de resolución infinita.

Quizá es hoy cuando me doy cuenta de que tener caprichos (pese a que es bastante divertido) es solo una forma sutil de herirte a ti mismo al final de la recta. No podemos encapricharnos con las personas, las personas (pese a que a veces considero que así debería ser) no son juguetes... o quizás no todos.

Es difícil decir adios a algo que anhelabas con toda tu alma, pero que tu razón decía que no; es más difícil decir adiós a algo que esperabas y que sabías que nunca llegaría; es difícil decir adios a una esperanza sin meta; es ineludible decir adiós cuando ya nadie está cerca de ti y cuando ya no hay nadie a quien decirselo.

Este adios es para alguien que ya me dijo lo mismo sin siquiera decirlo. Es completamente absurdo saber que alguien que se considera a si mismo -analítico- es incapaz de analizar en conjunto cuando el problema es representado por números mayores a 1. Es absurdo creer que alguien es tu amigo cuando es incapaz de ser honesto contigo luego de un momento duro. Es absurdo luchar por una amistad cuando a quien consideras amigo es incapaz de verte a los ojos.

Ignorar es tarea de niños... razonar es un reto de adultos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lectores